30.9.15

Habla la araña

Sabia, tan sabia.
Nada malo pasa dentro,
su sabiduría protege
el interior de la esfera,
donde nada malo pasa.
Fuerte, tan fuerte.
Consuelan sus grandes patas
el dolor de la pérdida.
Lo que hay fuera,
más bien lo que no hay fuera.
Vivir adentro:
instalarse en el centro
-si todavía quedan centros en algún lugar-.
No fuera,
fuera no hay plantas,
fuera hay ruido,
miradas indiscretas,
gestos banales,
inconsciencia,
ojos que no ven.
Y dentro,
pérdida.
Y poder (recuperar el poder).
La araña aprende a tejer,
a tender puentes,
a reencontrar la coincidencia entre belleza y utilidad
donde muerte y vida aún son, simplemente,
una gota de agua con sal,
de agua salada.
Somos tus hijos
y somos la araña.
Tejemos ahora, siempre ahora,
una red.
En silencio tejemos, juntos,
hablamos sin emitir sonidos,
eludimos lo innecesario.
Araña, clavada al suelo.
Consuelo.
Consuelo.
Consuelo.
Gracias.

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